miércoles, 25 de junio de 2008

Un mes

El día 31 coincidió con la llegada del verano en esta parte del planeta. Fue un día alucinante.

Hay momentos en los que uno se detiene a observar lo que tiene al lado y a medir su felicidad de acuerdo a ello. Cuando hice eso me encontré en medio de un montón de gente que al igual que yo cantaba que antes de hoy fumaban y fumaban, tomaban y tomaban, a ver si la olvidaban. Amparo Sánchez y Amparanoía (les puse el video al comenzar el experimento) tocaban en vivo, a muy pocos metros de mí. Antes me había reencontrado con los Aterciopelados en un conciertazo al lado del río de Girona (pueblito cercano a Barcelona). Estaba borracho de alcohol y de felicidad. Me sentía muy bien.

La mayoría de la gente parecía estar igual de feliz. Abel y yo conversábamos con todo el mundo. Compartíamos canciones, cervezas y porros de hachís.

Cuando la noche estaba ya bastante avanzada nos encontramos con un español que había estado hace poco en Perú. Comentábamos las diferencias entre ambos países y nos reíamos mucho. De pronto el español me alcanzó el porro que estaba fumando. Le di una calada y sentí algo familiar en el sabor. ¿Es María?, pregunté. , me respondió.

Di una segunda calada, le alcancé el porro a Abel y les comenté que en ese momento estaba rompiendo una abstinencia de 31 días.

La noche terminó pero todos nosotros seguíamos con ánimos de fiesta. Yo me seguía sintiendo muy bien.

Los días siguientes han sido también de fiesta. El sábado volví a Girona y la pasé incluso mejor que el viernes y el lunes toda España celebró las fiestas de San Juan. Yo también.

María ha vuelto a mi vida después de un mes. La relación es otra. Ella y yo lo sabemos. Ya no me dan ganas de abusar de ella y por ahora no quiero comprarla. Pero lo más importante es que ya no siento que necesito verla para estar bien.

En un mes mi vida ha cambiado mucho. Aquella depresión fuerte de cuando empecé el experimento es historia. Ya no está ni cerca de mí. Me siento lleno de energías y no pienso perderlas. Citando nuevamente a Amparanoía podría decir que ahora fumo y bebo con alegría de fiesta y guaracha.

Con esto termina el experimento. Alguna de mis tres lectores pidió que no los deje al llegar al mes. No sé muy bien qué hacer. Sugieran por favor. Y si por alguna de esas casualidades este blog tiene más de tres lectores. Háganmelo saber con sus comentarios y sus sugerencias. Ahora serán más agradecidas que nunca.